Este domingo tuve el privilegio de predicar la parábola del rico y Lázaro (Lucas 16: 19-31). Estudiar este pasaje fue de gran provecho para mi vida y no he podido dejar de pensar en todas las implicaciones de la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo. La manera en la que Jesús enseñaba y refutaba todas las mentiras farisaicas, su hipocresía y su rebeldía, me dejan sin habla. Sin embargo, quiero enumerar algunas cosas sumamente importantes que vemos en este pasaje con respecto a la razón por la cual el rico y Lázaro el mendigo terminaron donde lo hicieron.
Primero, porque terminó el rico en el infierno? Podemos enumerar gran cantidad de razones, por ejemplo,
- Por no creer en las Escrituras
- Por desobediente a todos los mandamientos de Moisés (Levítico 19:18) y los profetas (Jeremás 9: 23-24)
- Por su duro corazón tanto para con la palabra de Dios así como para con Lázaro
- Por idólatra (amar las riquezas más que a Dios)
- Por no ser “rico para con Dios”
Sin embargo, la razón principal fue por no creer en lo que las Escrituras decían con respecto a su necesidad de arrepentimiento y fe, no en su parentezco con Abraham, sino fe en Aquel a quien apuntaban las Escrituras del Antiguo Testamento, la promesa dada desde el principio a Adán y Eva, Jesucristo, el sirvo sufriente de Isaías 53.
Segundo, porqué razón terminó Lázaro en el cielo? La verdad es que Jesús no nos dice mucho de este pobre hombre. Sin embargo, la pista que nos da el Señor para entender el final suyo está en su nombre. Como dije el domingo por la noche, Lázaro es la versión griega del nombre hebreo Eleazar, que significa “aquel a quien Dios ayudó,” o “aquel a quien Dios favoreció,” o “aquel a quien Dios salvó.” Al darnos el nombre del mendigo Jesús nos está mostrando la razón por la que terminó junto a Abraham. Este pobre hombre fue salvado por gracia! Ahora, esto debemos decir de Lázaro,
- No llegó al cielo por ser un pobre y miserable como bien argumentaría la Teología de la Liberación
- No llegó al cielo por ser un enfermo, quizás un paralítico
- No llegó al cielo como recompensa por todo el sufrimiento que tuvo en la tierra
- No llegó al cielo por obedecer las Escrituras por cuenta propia
- No llegó al cielo por cumplir perfectamente los diez mandamientos por cuenta propia
La única razón por la cual Lázaro terminó en el cielo fue por su fe o confianza, no en Abraham, sino en Jesucristo. Fue Jesús quien obedeció perfectamente las Escrituras y los diez mandamientos en lugar de Lázaro, a quien por fe le fue imputada esa perfecta justicia. Y fue Jesús quien sufrió el castigo por los pecados del mendigo, en su lugar, en la cruz del Calvario. Es decir, todos los pecados de Lázaro le fueron imputados a Cristo, quien propició a Dios y satisfizo Su Santa ira contra Lázaro por causa de sus pecados. No hubo nada que Lázaro hubiera hecho o pudiera haber hecho para quitar la enemistad que había entre él y Dios. Sin embargo, nos dice Jesús, este pobre hombre le creyó a las Escrituras y puso toda su fe en el Mesías que habría de venir. Por ello, y sólo por ello, terminó en el cielo. Esto es el evangelio, las buenas nuevas de Dios.
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