¿Qué Se Necesita Para Ser Un Líder Evangélico?
Este es un pequeño extracto interesante de la reciente biografía de John Macarthur por Iain Murray. En su Introducción Murray busca mostrar que hace a un hombre un líder entre los evangélicos. El ofrece una respuesta de cinco puntos:
En resumen, un evangélico es una persona que cree las “tres R”: la ruina por la caída, la redención por medio de Jesucristo, y la regeneración por el Espíritu Santo. De ello se desprende que un “líder evangélico” es una persona que se destaca en la promoción y defensa de las verdades. El título no implica necesariamente el éxito juzgado por los números y resultados inmediatos. Sobre esa base, ni Pablo ni Tyndale podría calificar.
- Un líder evangélico es el que dirige y guía la vida de otros por las Escrituras como la Palabra de Dios. El trata de repudiar cualquier otra forma de influencia y de presión. Su gran preocupación es enseñar las Escrituras con precisión, y de ver la vida sometida a su autoridad.
- Un líder evangélico inspira el afecto de los seguidores de Cristo, porque aprenden a través de él, y ven algo de Cristo en él. Le siguen, porque sigue a Cristo. Y le aman porque los ama en nombre de Cristo. El apóstol Pablo resume el espíritu del verdadero líder cuando escribió, “imitenme, así como yo imito a Cristo”. Y de lo que hay que imitar las Escrituras no dejan duda: “Casi todas las Escrituras sostienen a Cristo como nuestro ejemplo a seguir, el énfasis está en su humildad.”
- Un líder evangélico es un hombre dispuesto a ser impopular. Desde los días de Acab dijo a Elías: “¿Eres tú, perturbador de Israel?”, La fidelidad a la Escritura no traerá la aprobación de la mayoría. El Dr. MacArthur dice sin rodeos: “No se puede ser fiel y popular, así que haz tu elección.” Una búsqueda de la popularidad es una cosa muy a corto plazo. Para un evangélico, “el éxito no se mide en horas, o incluso siglos. Nuestro enfoque se fija en la eternidad.” Éxito “no es la prosperidad, el poder, el protagonismo, la popularidad, o de cualquiera de las otras nociones mundanas de éxito. El verdadero éxito es hacer la voluntad de Dios sin importar las consecuencias.”
- Un líder evangélico es una persona que está despierta a los peligros de los tiempos. No todo cristiano tiene la distinción que se le dio una vez a la tribu de Isacar, “De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer…” (1 Cron. 12:32). Hay períodos en la historia de la iglesia cuando los líderes tienen un serio error en la forma en que la causa de Cristo ha de ser llevado adelante. Las señales de los tiempos ha sido malinterpretadas. Un líder evangélico verdadero se levanta para proporcionar la dirección dada por Dios.
- Un líder evangélico no dirige la atención hacia sí mismo. Él, personalmente, se lo debe todo a Jesucristo. Como un pecador que ve la necesidad de vivir en un espíritu de su arrepentimiento todos los días. Él conoce la diferencia entre lo que es en sí mismo y el mensaje que predica: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Corintios 4:7). “Dios elige a quien elige con el fin de que pueda recibir la gloria. Él elige instrumentos débiles para que nadie le atribuya el poder a instrumentos humanos en lugar de a Dios, quien maneja los instrumentos.”
De ello se desprende que el liderazgo espiritual genuino llevará a otros a la conclusión: “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.” (Sal. 115:1).
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