La mayoría de las niñas y niños que están siendo víctimas no se lo cuentan a nadie porque creen que la gente va a pensar que no es verdad. A veces desconocen incluso el vocabulario necesario para hablar sobre el tema y por lo tanto no pueden adecuadamente. Aunque generalmente lo expresan verbalmente, sí lo hacen mediante algunos cambios en su comportamiento. Debemos ponernos alerta cuando de pronto una niña o niño comienza a manifestar simultáneamente varios de lo siguientes comportamientos:
-Se resiste a ir a cierto lugar o a quedarse con cierta persona.
-Aparecen trastornos en su forma de dormir (tiene pesadillas, se orina en la cama, teme dormir sola, necesita una luz encendida durante toda la noche, etc)
-Aparecen trastornos en la alimentación (no tiene apetito o tiene mucho apetito de pronto)
-Siente nuevos temores y necesita que se le tranquilice mucho más que antes.
-De repente rechaza al padre o a la madre de forma repentina.
-A veces se automutila o intenta suicidarse.
-Puede fugarse de casa para evitar que continúen los abusos.
-Baja su rendimiento escolar y cambia su comportamiento social.
Si una niña o niño de repente cambia y manifiesta varios de estos síntomas, hay muchas posibilidades de que haya o esté sufriendo un abuso sexual.
¿QUÉ HACER SI UNA NIÑA, NIÑO O ADOLESCENTE TE CUENTA QUE ESTÁ SIENDO ABUSADA/O SEXUALMENTE?
El descubrir que han abusado de una niña o niño, puede resultar algo demasiado angustiante para cualquier persona. Sin embargo, nuestra primera reacción es muy importante par la víctima ya que muchas veces no lo cuentan porque piensan que la gente no les va a creer. Por eso:
-Créele, da fiabilidad a sus palabras.
-Hazle saber que no tiene la culpa de lo que le ha ocurrido. El adulto es el responsable.
-Dile que te alegras de que te lo haya contado.
-Transmítele que sientes que le haya pasado esa experiencia y que a otras niñas y niños también le ha ocurrido. Dile que vas a ayudarle y protegerle. Anímale de forma tranquila a que hable de ello y no te muestres enfurecida porque podría sentirse culpable de haberlo contado.
-Si no eres su madre, pídele permiso para hablarlo con ella o para pedir ayuda.
Es especialmente doloroso para una madre saber que el abuso fue cometido por su esposo.
En este caso, también ella es otra víctima. Además tendrá que decidir si es necesario hacer un reconocimiento médico a su hija o hijo, si presentará una denuncia y si demandará judicialmente al agresor. Todas estas decisiones que debe tomar después de un caso de abuso sexual son muy difíciles. Para asumir este terrible hecho y tomar las medidas oportunas, ella también necesitará apoyo.
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