Si yo fuera John MacArthur…

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Si yo fuera John MacArthur…

por Clint Archer 

Si yo fuera John MacArthur, en primer lugar, me gustaría ser capaz de lanzar una pelota de fútbol más allá que cualquiera que lea este post. Pero también me enfrento a un dilema de proporciones existenciales: ¿Qué sigue? 

La noche del pasado domingo, con un sonido de ovación atronadora, el Dr. MacArthur completó el equivalente del predicador expositivo al aterrizaje en la luna. Dicen que el transbordador espacial que llevó a Armstrong empleó una tecnología menos que una máquina de café moderna. Al terminar el Evangelio de Marcos, MacArthur ha predicado sobre cada versículo del Nuevo Testamento, con menos tecnología mas que una máquina de escribir (una pluma roller era su instrumento de elección para escribir a mano cada uno de sus miles de sermones). 

Durante 43 años John excavó a su manera con una vista de ojo de insecto de la gramática griega y la sintaxis cada semana en su pequeña casa de estudio, para poder compartir la riqueza mineral extraída de una visión con una congregación hambrienta de 6,000 miembros, y un planeta en espera de innumerables oyentes de Gracia a Vosoros. Él se propuso lograr este objetivo al comienzo de su ministerio. Debe haber sido la confianza de los jóvenes, impulsada por el fútbol profesional y los scouts del béisbol le desesperadamente atrayéndolo, lo que alimentó su mentalidad de “gran sueño”.

Una lección aprendida: Si su lista de comprobación para el éxito es tan mundana como “la casa grande, la mujer pequeña, dos autos estacionados afuera de un garaje para dos coches llenos de basura, y un par de niños” se ha creado una crisis de mediana edad. O alcanza su meta impresionante y piensa, como el predicador en Eclesiastés, “¿Es esto?”, resultando en la compra de una Harley Davidson, trasplantes de pelo, o renovando la casa. O no alcanza lograr su sueño de la mediocridad general y … encuentra consuelo en la compañía de nuevos amigos como el Prozac o Jack Daniels. Pero cuando su sueño es producir una exposición a nivel de comentario de todos los textos sobre el Nuevo Testamento, y lo logra en sus setenta años, usted está más allá de la compra de motos. Si yo fuera John MacArthur, mi siguiente reto sería un hercúleos como el que acabamos de lograr: decidir qué hacer a continuación. 

Si MacArthur fuese la mayoría de la gente, simplemente se retiraba a un campo de golf, comprar un yate, y comenzar el deterioro mental y físico que acompaña a la sala de espera de la jubilación.

Pero John no es “la mayoría de la gente.” Tiene mucho de Bob Dylan y Dylan Thomas en él. A pesar de que se puede sentir como la respuesta a su dilema está soplando en el viento, por ahora, estoy bastante seguro de que él “no entrará dócilmente en esa buena noche” de inutilidad que plagas a los jubilados más allá de su fecha de caducidad.

No, John se enfurece ante la muerte de la luz, y tratará alguna otra tarea imposible. Sin ninguna otra razón porque no hay una iglesia a la que pudiera asistir. Me refiero a imaginar John MacArthur trasladarse a su iglesia cercana, sentarse y convertirse en un miembro, tal vez en ocasiones, conduciendo uno de sus grupos celulares. ¿Quiere disfrutar de la predicación? ¿Y sobreviviría John esuchandole a usted, mientras que con paciencia toma notas en los margenes de su Biblia de estudio con una pluma nueva? Exactamente. 

Si yo fuera John MacArthur, me gustaría seguir haciendo lo único que sé: soñar en grande y predicar la palabra. Y me gustaría empezar en el Antiguo Testamento. No estoy bromeando. No quiero decir que le pida a Dios por 130 años más de vida para agusanarse de nuevo. Iría a un vistazo a vuelo de pájaro, capítulo por capítulo hasta el Rapto. Y eso es lo que Iain Murray llamaría el volumen 2 de mi biografía (suponiendo que él también heredara los genes de Matusalén). 

Por otro lado, si yo fuera John MacArthur no estaría escribiendo este post, me estaría preparando para mi próxima misión, tal vez repasando en mi hebreo. ¿Cuál sería el equivalente del expositor de colonizar Marte? Lo vamos a ver muy pronto. Su tiempo de vacaciones programadas de seis semanas ha terminado, y su regreso ya se espera con anticipación Tesalónica. 



Sigue así el Dr. MacArthur, hay una nueva generación de grandes soñadores del Reino pisando sus pasos, aunque no le estamos ganando a usted. Tenemos curiosidad: ¿Qué será lo próximo? 

Tomado de aquí


Visto en: El Evangelio Según Jesucristo



Acerca de Clint: Clint es el pastor de Hillcrest Baptist Church, en las afueras de Durban, Sudáfrica.